¿Puede un astronauta ser ciego?

Por Enrique Pérez Montero (IAA-CSIC)
21 Mayo, 2019

Los límites con que las personas con discapacidad tienen que pelear están en constante retirada. Cada vez son más las personas con todo tipo de barreras físicas que pueden incorporarse al mundo laboral gracias al uso de nuevas tecnologías y a un cambio en la mentalidad del resto de la población, que no solo empieza a darse cuenta de lo éticamente apropiado que es esto, sino de sus ventajas en términos de creatividad y productividad.

No obstante, ¿hasta qué punto puede ser posible esa integración? En este relato breve ganador del XVI Certámen de Relatos cortos de la ONCe en Andalucía, Ceuta y Melilla de 2018 se ilustra que en el espacio una persona discapacitada puede ser la que resulte fundamental para llevar a cabo los objetivos de una misión. Tal vez no esté tan lejos de la realidad futura como puede parecer. La Agencia Espacial Europea ya ha puesto en marcha diversos estudios sobre cómo la permanencia larga de astronautas en el espacio afecta a su sentido de la vista.

 

LOS QUE NUNCA VIMOS MIRANDA

 

A continuación se muestran algunas de las entradas de la bitácora de la nave  tripulada Themis, que realizó una misión en el año 2068 para explorar las lunas del planeta Urano y la viabilidad de su explotación minera. Esta bitácora fue completada por el subcomandante de la expedición, Ernesto Voralac y, dado su interés para la opinión pública y para los futuros programas de entrenamiento de astronautas, se desvela parcialmente ahora.

 

 

Día 2235 de la misión

 

A las 06:37, hora local del Centro Terrestre de Operaciones, el ordenador de a bordo ha iniciado el programa de reactivación de los tripulantes. Como primer paso de ese programa, tal como estaba previsto y en mi condición de comandante e instructor de la misión en su fase oscura, he sido despertado.

 

Tras tomar la medicación de reajuste orgánico, asearme y tomar un primer desayuno he comprobado que todos los sistemas de comunicación auditiva con la computadora de a bordo funcionaban correctamente, así como todos los paneles de interacción táctil. Esta última tarea me ha costado unas horas porque tenía entumecidos los dedos tras más de seis años de estado de hibernación.

 

He enviado un mensaje de control a la Tierra pero he chequeado que a nuestra distancia actual al CTO no está previsto que llegue ninguna respuesta hasta dentro de unas siete horas. Como marca el protocolo de actuación he rellenado el informe de autodiagnóstico médico. Además del entumecimiento en las extremidades, el bajo ritmo cardíaco y la percepción constante de fosfenos no se encuentran desviaciones apreciables respecto a las horquillas de valores esperados.

 

Con la ayuda de los sensores de proximidad corporal y los bastones de guiado manual he procedido a una inspección detallada de las dependencias de la nave, incluyendo sala de navegación, sala común, compartimentos de hibernación y almacén sin encontrar nada fuera de lo normal. Las reservas de agua y oxígeno se encuentran dentro de los parámetros establecidos. De acuerdo a la valoración de la computadora el revestimiento de la nave aún resiste las colisiones con los rayos cósmicos y, aunque debilitada respecto al comienzo de la misión, se ha deteriorado de acuerdo al ritmo previsto. Afortunadamente no hemos sido alcanzados por ninguna eyección de materia coronal solar.

 

Procedo a poner en marcha la segunda fase del programa de reactivación de los tripulantes y doy instrucciones a la computadora para que despierte al capitán y al oficial de navegación.

 

Día 2240 de la misión

 

Los primeros días del reajuste de los otros tripulantes están siendo psicológicamente muy duros para todos pero están transcurriendo dentro de lo previsto en los ejercicios de simulación. El análisis de sus retinas muestra un grave deterioro de la mácula a causa del constante bombardeo de las partículas cósmicas más energéticas sufrido durante el viaje. El humor vítreo de sus globos oculares ha desarrollado la cantidad esperada de cataratas. La respuesta del capitán y el oficial de navegación a la pérdida de visión está encuadrada dentro de un proceso de depresión y desánimo pero ya han comenzado la fase de aceptación.

 

Es esperable que en los próximos días podamos comenzar el proceso de instrucción según lo previsto de tal modo que podamos alcanzar nuestros objetivos de autonomía personal antes de la llegada de Themis a Miranda. Por el momento las sesiones de recuerdo de Braille y tifloacceso a las computadoras de la nave y a los servicios de ocio están dando buen resultado, pero aún será necesario invertir mucho tiempo en la movilidad dentro de la nave y en la orientación espacial. El intercambio de notas de audio con los familiares y amigos y mi flexibilidad provisional con el programa musical a bordo está ayudando a hacer más llevaderos los normales altibajos anímicos de esta fase.

 

Día 2270 de la misión

 

El sistema de audiodescripción de la cámara frontal externa no funciona. No podemos depender del envío de las imágenes al CTO porque el tiempo de retardo impediría realizar las operaciones de aproximación orbital a Miranda. Faltan solo dos días para hacerlo y si no conseguimos hacer funcionar el sistema la misión corre serio peligro.

 

Día 2271 de la misión

 

El oficial de navegación con ayuda de la computadora y el robot de reparaciones manuales ha logrado derivar la imagen de la cámara frontal externa al panel táctil principal de tal modo que ahora se puede interactuar directamente con ayuda del sentido del tacto con el sistema de navegación. Una primera interacción con las imágenes del satélite confirma los resultados del análisis de las misiones robóticas. El cañón principal de la luna tiene más de diez kilómetros de profundidad; a escala, puede ser inspeccionado con detalle en el panel. El oficial de navegación confía en poder hacer la aproximación con seguridad usando este método.

 

También hemos podido analizar el sistema de anillos del planeta y la previsión de ruta de aproximación y frenado a través del resto de satélites de Urano, teniendo en cuenta el tirón gravitacional del planeta.

 

Día 2306 de la misión

 

He comenzado la fase de desactivación de los tripulantes. La etapa de alejamiento del sistema de Urano y sus satélites ha sido todo un éxito. Tras más de un mes la exploración de las sondas robóticas en el fondo del cañón principal de Miranda ha resultado muy prometedora y desde el CTO ya han iniciado la preparación de la explotación minera a gran escala de la luna.

 

El mes de actividad frenética para la coordinación de los prospectores ha mitigado el proceso depresivo que temíamos por la brusca pérdida de la vista de los otros dos tripulantes. La inclusión de un instructor ciego de nacimiento en esta misión ha resultado decisiva para la rehabilitación y adiestramiento durante la misión, tal como indicaban los ejercicios de entrenamiento. Por añadidura, tras la vuelta a casa, contaremos con la ayuda de dos nuevos técnicos permanentes para la realización de futuras misiones de exploración del Sistema Solar externo.